AUGUSTO MONTERROSO

Cuentos cortos de un hombre breve


               Nacido en Honduras, radicado en Guatemala y exiliado en México, el cuentista Augusto Monterroso tuvo una activa participación en la escena intelectual latinoamericana durante más de cinco décadas; fue amigo de Juan Rulfo y de Julio Cortázar, de Ernesto Cardenal  y de Pablo Neruda, de Gabriel García Márquez y de Rosario Castellanos. Es considerado uno de los cuentistas más importantes del continente. Su prosa se caracteriza por la brevedad, el humor y la ironía sobre “la insondable tontería humana”. 





            
                Augusto "Tito" Monterroso nació en Tegucigalpa, Honduras, en 1921 y murió en México en 2003. Pasó su infancia y adolescencia en Guatemala y cuando alcanzó la mayoría de edad adoptó la nacionalidad guatemalteca. En 1940 fundó la Asociación de Artistas y Escritores Jóvenes de Guatemala. En 1944 participó de las revueltas contra el dictador Jorge Ubico y editó el periódico El Espectador, lo cual lo llevó a la cárcel durante el gobierno del general Federico Ponce. En septiembre se escapó de la cárcel y pidió asilo en la embajada mexicana. Cuando le preguntaron cómo se había escapado respondió: "Pues, como todo el mundo... corriendo". Luego de la revolución de Jacobo Arbenz, con el restablecimiento de la democracia, fue designado al consulado guatemalteco de México.

               En el país azteca el exilio y los exiliados acabaron de forjar su compromiso con la lucha contra las dictaduras latinoamericanas. "1944. México hervía de exiliados, peruanos, nicaragüenses, cubanos... pues, de todos nuestros países en que había dictadores". Allí conoció a Juan Rulfo, a Ernesto Cardenal, a Ernesto Mejía Sánchez y a Rubén Bonifaz Nuño. Trabajó en la Universidad Nacional de México hasta 1952. En 1953 se trasladó a Bolivia y fue nombrado Cónsul de Guatemala en La Paz. Un año después cuando Arbenz fue derrocado, renunció a su cargo y se instaló en Chile, donde trabó amistad con Pablo Neruda y colaboró con él durante dos años en La Gaceta de Chile.
              En 1956 se instala definitivamente en México y ejerce diversos cargos en la UNAM y en la editorial Fondo de Cultura Económica. En 1959 publicó su primer libro, Obras Completas (y otros cuentos), que pronto fue traducida a varios idiomas y alcanzó trascendencia internacional. Al año siguiente fue invitado por Fidel Castro y el Che Guevara a participar del proceso de alfabetización cubano y a partir de entonces volvió numerosas veces a Cuba como jurado del Premio Casa de las Américas. 




                 En 1967 recorrió varias capitales de Europa Occidental y de Europa del Este, todavía bajo la órbita soviética. De regreso en  México contrajo matrimonio en terceras nupcias con la escritora Bárbara Jacobs. A fines del los '70 participó activamente del frente de intelectuales latinoamericanos que apoyó a la Revolución Sandinista y después de 1979 visitó Nicaragua en reiteradas ocasiones.
                 Desde comienzos de los setenta el reconocimiento internacional a su labor literaria le valió los siguientes premios: 1970: Premio Magda Donato (México), 1975: Premio Xavier Villaurrutia (México), 1988: Orden del Águila Azteca (México), 1993: Premio del Instituto Ítalo-Latinoamericano (Italia), 1997: Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (Guatemala), 2000: Premio Príncipe de Asturias (España), 2000: Premio Juan Rulfo (México), 2003: Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe (México).
               En el plano literario se mantuvo al margen de todas las escuelas y movimientos de su época, especialmente del fenómeno del Boom de la literatura latinoamericana. Esto lo hace un escritor muy particular y de difícil clasificación. La tendencia a las formas breves es una característica fundamental de  su prosa que, al radicalizarse, dio origen a una nueva forma narrativa, como es el micro-relato, pero también cultivó el cuento, la novela, la fábula y otros géneros, siempre desde la óptica de la ironía y el humor. Dijo en una entrevista: "Desde que uno empieza a escribir se encuentra con cuatro o cinco enemigos, que son el poema, la novela, el cuento, el ensayo o el reportaje. Uno se da cuenta de que si adopta este trabajo siempre va a estar luchando con estos enemigos. Quizá yo escogí el cuento porque me parecía, dentro de la narrativa, el enemigo más pequeño. Esto me ha llevado a exagerar la cosa. Y resulta que yo ahora he escrito unos cuentos tan pequeños que casi no se ven". Su texto "El dinosaurio" es, de hecho, el cuento más breve de la historia de la literatura universal: "Cuando se despertó el dinosaurio todavía estaba allí".





                    
La Oveja Negra   


         En un lejano país existió hace muchos años una Oveja Negra. Fue fusilada.  
         Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
        Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.





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El Eclipse

           Cuando Fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva.Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el Convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.
              Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.
             Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.
            Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida. 
               - Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
              Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
               Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la luz opaca de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión en la voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.  


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Nulla dies sine linea

                   Envejezco mal -dijo; y se murió.

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Aforismos

                 Los enanos tienen una especie de sexto sentido que les permite reconocerse a primera vista.


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Epitafio encontrado en el cementerio
Monte Parnaso de San Blas

Escribió un drama: dijeron que se creía Shakespeare;
escribió una novela: dijeron que se creía Proust;
escribió un cuento: dijeron que se creía Chejov;
escribió una carta: dijeron que se creía Lord Chesterfield;
escribió un diario: dijeron que se creía Pavese;
escribió una despedida: dijeron que se creía Cervantes;
dejó de escribir: dijeron que se creía Rimbaud;
escribió un epitafio: dijeron que se creía difunto.



                                                    



                                                    Para leer:                      
Ejemplar de La oveja negra con dedicatoria
para Julio Cortázar.

      1959: Obras Completas (y otros cuentos). 
      1969: La oveja negra y demás fábulas.
      1971: Animales y Hombres. 
      1972: Movimiento Perpetuo.
      1978: Lo demás es silencio.
      1981: Viaje al centro de la fábula.
      1983: La palabra mágica.
      1985: Las ilusiones perdidas.
      1987: La letra e. Fragmentos de un diario.
      1992: De esa fauna.
      1993: Los buscadores de oro.
      1994: Sinfonía concluida y otros cuentos.
      1998: La Vaca
      2002: Pájaros de Hispanoamérica.
      2004: Literatura y Vida